Encuentros du cinema

El Goya de Antonio Banderas

puatlSeagc5WfJ77zQG8ROQa2AG Cuando cada año se nombra a la persona que será honrada con el Goya de honor a toda una carrera, por lógica pura, uno se imagina que será otorgado en base, al menos, a uno de estos dos criterios: una carrera destacable y/o una aportación relevante al cine (su arte o su industria) en España. Sólo tenemos que hacer memoria para darnos cuenta de que Antonio Banderas no cumple ninguno de esos requisitos.

A sus cerca de 55 años, tiene una trayectoria larga que incluye más de ochenta títulos donde la mayoría son de dudosa calidad y donde él, a parte de los méritos o desméritos de la película, en general no hace si no salvar satisfactoriamente sus papeles. Pero por y para eso es actor, si no vendería melones o se dedicaría a otros quehaceres. Además, dentro de esa carrera, ¡la mayor parte de títulos son americanos! Y es que, «nuestro Antonio», como a la prensa le gustaba llamarle, se marcho a trabajar a Hollywood y se hizo un hueco allí, por lo que fue conocido como «el actor español más internacional». Sin duda es toda una proeza, pero me reconocerán que ese hueco no ha dejado nunca de ser un espacio poco más que discreto.

Caminando por su filmografía, nos encontramos con que participó en aproximadamente una veintena de películas patrias antes de dar el salto más allá del Atlántico. Las más recordadas son sus colaboraciones con Almodovar en Laberinto de Pasiones, La ley del deseo, Matador, Mujeres al borde de un ataque de nervios o, sobre todo, la genial Átame (probablemente su mejor interpretación). También formó parte en algunos otros títulos, ya clásicos de ese cine nuestro de los ochenta tan particular, como Bajarse al moro o La corte del faraón.

En la meca del cine se ha codeado con la creme de la creme, eso es indiscutible. Debutó allí en el 92 y destacables son sus trabajos en Evita de Alan Parker, demostrando que podía cantar mejor aún que actuar (fue candidato al globo de oro); o Entrevista con el Vampiro de Neil Jordan, una buena película y todo un taquillazo donde, para que engañarnos, realiza una interpretación poco reseñable. Conocerás al Hombre de tus sueños de Woody Allen o La casa de los espíritus de Bille August son otros films en los que le hemos visto, que tienen mucho nombre propio detrás pero que han dejado escasas huellas.

Y poco más…

Recientemente ha vuelto a los brazos de Pedro, en La piel que habito y en esa cosa llamada Los amantes pasajeros. No es de extrañar que haya sido el manchego el encargado de entregarle el Goya. Cuando llegó ese momento y vi el vídeo de presentación al premio, pude imaginar al montador intentando buscar rayos de grandeza en la carrera de Banderas, allí entre mediocres películas como Nunca hables con extraños, Asesinos o Spy Kids (que no dejan de ser, al fin y al cabo, la moda y la media de su trayectoria) y pensando que hubiese sido más fácil si le entregaran el premio a alguien que, sencillamente, lo mereciese. Pero Antonio Banderas interesa mucho a la prensa y al público, más allá de sus logros en el cine y eso, vender y crear audiencias, parece ser el reto número uno de los Goya últimamente.

Así, este año, sin grandes ovaciones de los entendidos, cinéfilos ni compañeros de profesión, el Desperado, el Zorro, la voz del Gato con Botas y el objeto de deseo de Madonna hace ya unos añitos, recoge un Goya de honor a toda una carrera, que no pasa de ser mediocre, con algunos grandes momentos  pero, por lo general, construida con un puñado de películas correctas y un montón de títulos olvidados y olvidables. Too Much.


Jorge Fernández

Un comentario el “El Goya de Antonio Banderas

  1. tinteroypincel
    19 marzo, 2015

    Hola. Bienvenido y gracias por visitar y seguir el blog. Seguiremos en contacto.

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Esta entrada fue publicada en 18 marzo, 2015 por en Actualidad y etiquetada con , , , , , , , , , .